Querido Jacinto:
Ahora que te has casado con mi hermana y te has divorciado de mi hija, te escribo para hacer una confesión que de seguro habrá de conmoverte.
¿Recuerdas ese video condicionado que grabaste mientras mi novio y yo teníamos sexo?
Pues me he enterado de algo terrible: ese jovencito que me impartía lecciones de sadomasoquismo era... ¡mi hijo!
No termina aquí la cosa. Es mi hijo, pero también... Es tu hermano.
Sí. Yo soy tu madre.
De modo que tu esposa actual es tu tía, y tu ex esposa es tu hermana. Los hijos que tienes con tu ex esposa son sobrinos tuyos, y los que tienes con tu tía son primos.
Sé que has cometido incesto y has tenido relaciones con una de tus primas. Pero he de confesarte que no era tu prima, sino tu hija. El hijo que has tenido con esa hija es tu nieto.
A todo esto, el que creías que era tu padre en realidad no lo era. Tu supuesto padre era en realidad ese nieto que tuviste con tu hija, a quien maquillábamos y poníamos bigotes para que pareciera mucho mayor. A su vez, ese nieto tuyo tuvo relaciones con su bisabuela (aunque él no sabía que era su bisabuela), la cual, a la sazón, vengo a ser yo. De esa relación nació tu hermano.
Tu hermano descubrió que la mujer con la que se había casado era, en realidad, su prima. Era una hija tuya que vos tuviste con tu abuela, la cual a su vez es la tía de tu esposa actual y tía abuela de tu ex esposa. Esa mujer tuvo una hija que ahora es mi sobrina y mi nieta, y es sobrina segunda tuya y también sobrina tuya. Dado que tu hermano es tu cuñado y tu yerno, vos sos el tío de tu hijo y de vos mismo.
Todo esto debe generarte confusión, ya lo sé. Por ahora sólo quiero hacerte un pedido: ¿no podrías bajar de youtube ese video que hicimos en esa dorada época en la que todos ignorábamos nuestro parentesco?
Nada más. Gracias.
PD: ¡Ánimo!
Te quiere mucho: tu madre, abuela y tía segunda.