miércoles, 23 de junio de 2010

viejas cogiendo plomeros

Había una vez tres viejas que vivían en una casa donde todos los caños estaban rotos.
"Esto no puede ser", dijo una de las viejas. "Hay que llamar a un plomero".
Como había tantos caños rotos, contrataron a tres plomeros.
Mientras las tres viejas miraban la novela, los tres plomeros arreglaban los caños. El plomero más joven comenzó a tener calor y se sacó la camisa. Al plomero mayor se le enganchó el pantalón en un caño oxidado, y quedó en calzoncillos. Una de las viejas se levantó el camisón para no pisar el agua, y se dio cuenta de que no se había puesto bombacha. Otra de las viejas cambió de canal por accidente, y puso Venus.
Los plomeros tenían que sacar los caños a golpes, y gemían después de cada martillazo. A las viejas se les mojaba el camisón y se les traslucía el corpiño.
Y en ese momento ocurrió lo que nadie esperaba.
El caño principal se rompió y empezó a salir el agua a borbotones.
Entonces las viejas mojadas fueron al baño, se acercaron a los plomeros, los cogieron de la solapa y los echaron de la casa por inútiles.

3 buscadores apelaron:

MariaCe dijo...

Qué quiere que le diga, yo hubiera hecho lo mismo que las viejas. Aunque todavía no entró el plomero que resultara cogible, a esta casa. Todos competentes. O feos.

Silvana Muzzopappa dijo...

Bravó!!

Gladys Acha y Sergio Soler dijo...

Hola, quisiera invitarlos a publicar en una revista de Punta Alta. Soy Gladys y me interesaría agregarle un espacio como el que ustedes tienen.
Espero su respuesta, si es que están interesados, en gladys_acha@hotmail.com o en mi blog.
Me gusta mucho lo que hacen. Lo que significa que hay más locos que cuerdos... jajjaja
Un saludete