Señores Corchoplop Inc.:
Me dirijo a ustedes a fines de informarles que he iniciado acciones judiciales en vuestra contra debido al grave perjuicio que me ha ocasionado uno de los productos que ustedes comercializan.
En la descripción del artículo que tienen ustedes catalogado como Art. C-143 ("sacacorcho que se amolda a su mano") en ningún momento menciona a qué tipo de amoldamiento se refieren y como si eso fuera poco, tampoco mencionan el riesgo existente de que la mano también sufra un proceso de amoldamiento recíproco con terribles consecuencias, absorviendo al sacacorchos y pasando éste a formar parte de la misma mano, como si de un muñón con apéndice metálico se tratara.
Ése es mi caso y por eso les exijo no sólo que me indemnicen holgadamente, sino también que retiren dicha mercancía del mercado.
Hasta el momento de utilizar su "maravilloso" sacacorchos, era yo un eximio pianista que deleitaba a los pasajeros de los buques transatlánticos, pero ahora ya no puedo ejercer mi profesión, soy el hazmerreir de los niños (temo que por vuestra culpa llegaré a odiar a estas encantadoras criaturas) y debo inventar aterradoras historias que incluyen cocodrilos y piratas para evitar explicar que este engendro que veo al final de mi mano se formó mientras intentaba descorchar un borgoña.
Espero sean conscientes de la responsabilidad que les incumbe y satisfagan mi pedido.
De esta manera, al menos, podré utilizar la cifra indemnizatoria para adquirir mi propia embarcación.
Quedo a la espera de una positiva y rápida respuesta.
Atte.,
Me dirijo a ustedes a fines de informarles que he iniciado acciones judiciales en vuestra contra debido al grave perjuicio que me ha ocasionado uno de los productos que ustedes comercializan.
En la descripción del artículo que tienen ustedes catalogado como Art. C-143 ("sacacorcho que se amolda a su mano") en ningún momento menciona a qué tipo de amoldamiento se refieren y como si eso fuera poco, tampoco mencionan el riesgo existente de que la mano también sufra un proceso de amoldamiento recíproco con terribles consecuencias, absorviendo al sacacorchos y pasando éste a formar parte de la misma mano, como si de un muñón con apéndice metálico se tratara.
Ése es mi caso y por eso les exijo no sólo que me indemnicen holgadamente, sino también que retiren dicha mercancía del mercado.
Hasta el momento de utilizar su "maravilloso" sacacorchos, era yo un eximio pianista que deleitaba a los pasajeros de los buques transatlánticos, pero ahora ya no puedo ejercer mi profesión, soy el hazmerreir de los niños (temo que por vuestra culpa llegaré a odiar a estas encantadoras criaturas) y debo inventar aterradoras historias que incluyen cocodrilos y piratas para evitar explicar que este engendro que veo al final de mi mano se formó mientras intentaba descorchar un borgoña.
Espero sean conscientes de la responsabilidad que les incumbe y satisfagan mi pedido.
De esta manera, al menos, podré utilizar la cifra indemnizatoria para adquirir mi propia embarcación.
Quedo a la espera de una positiva y rápida respuesta.
Atte.,
Capitán James Hook
1024 Avenida Real (País del Nunca Jamás)
Marzo 19, 1876
1024 Avenida Real (País del Nunca Jamás)
Marzo 19, 1876
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2 buscadores apelaron:
Coincido. Hasta tiene un toque de (macabra) ternura.
Estimado Capitán James Hook:
No vemos motivos para resarcirlo económicamente, no piensa usted en los beneficios que puede traerle, por ejemplo sexuales, sociales y hasta cinematográficos.
No nos queda mas que decir que ante cualquier inconveniente, se lo puede meter ya sabe donde.
Saluda atte.
Dany Devicio
Corchoplop Inc.
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