guardo mi soledad en saquitos de té

Soy el poeta libertario, alcaloideo y magistral.
Fluyen hacia mí las ideas ancestrales, desde tiempos enroscados en la cola de chancho de los sacacorchos.
Me dicen, Maestro, cómo es que se capan los gatos, Queridos amigos, el gato de capa con amor, con dulzura, con ternura aderezada con mil chimichurris y sacando del bolsillo todo el dolor del mundo, así, amigos, se capa un gato.
Voy por el mundo repartiendo mis saberes, cabalgando a lomo del almanaque, sobando y sobando la masa del pan casero.
¿Cómo osan juzgarme, so borregos?, ¿quién es capaz de arrojar el primer tuétano?, ¡huid, demonios de Gelofante!, acudan a mi, pagüerreinyers de Bascílefo.
Busco, en el infinito vacío de la internet absurda, cruel y mucha, las palabras que me digan a mi quien soy, que me tutuen y me traten de usted, si se lo pido.
Como dijo el poeta, el otro poeta, puedo escribir los versos más tristes esta noche, porque soy, y quien es será, y quien no es, oh, qué será, que será.
Triste, siempre tristes, como los tres tristres trigres, los tres tristes critricros que osan critricrar mi arte.