jueves, 24 de diciembre de 2009

джейн фонда

Mientras el vulgo pierde el tiempo en ciencias ocultas como la vulcanología, fenómenos paranormales como el salto en largo o simples esoterismos como la arquitectura, yo me propuse iniciar una investigación sesuda en un terreno casi olvidado por los pocos científicos serios que quedan, los cuales están ocupados en ovnis, fantasmas y yetis. Y he decidido aprovechar estas fechas para analizar mi objeto de estudio, porque -verán- son las más convenientes para ello.
Cuando los profetas del odio me quisieron convencer de que los reyes son los papás, yo demostré su falsía googleando a todos los reyes del mundo: como era de esperar, JAMÁS aparecían mis padres (no me molesté en buscar magos porque sabemos que pueden desaparecer). Pero toda mentira tiene una base cierta, y efectivamente hay un papá que deja regalos: es Papá Noel. Ni el mío, ni el papa frita de su hermano, ni Benedicto (que está claro que no existe).
De Papá Noel hay varias pruebas. Sabemos que vive en el Polo Norte, y la mayor parte de las tierras cercanas a dicho punto pertenecen a Rusia, un país de hombres tradicionalmente barbudos y abrigados. Papá Noel -vaya casualidad- luce así, pero más aún, usa un llamativo color rojo que sirve para evitar su extravío en el blanco polar, algo cuya utilidad descubrieron mucho tiempo después los exploradores antárticos. También está casi probada la real existencia de trineos en nuestro mundo, así como la de animales cuadrúpedos llamados renos. Y es vox pópuli que en el reino animal hay seres capaces de volar.
Cada nochebuena yo salí con mis binoculares a buscar a Papá Noel sin encontrarlo. Dolorido, veía en cambio que los infieles arrojaban productos explosivos al cielo para destruírlo. Sin embargo, mi alegría era grande cuando al entrar a casa estaban allí sus regalos. Ahora, para esta ocasión, estoy mejor preparado: días atrás, el ratón Pérez Miguel me regaló un poderoso telescopio, y además construí una chimenea desde la terraza hasta el living, mal que les pese a mis vecinos de arriba, y coloqué allí cámaras de seguridad.
Siento que el momento se acerca. Hoy encontré en un blog, en pleno Buenos Aires, una búsqueda en ruso. Santa ya ha llegado, y al parecer está buscando una fonda. Ahora sólo me queda rastrearlo. La esperanza es lo último que se pierde, y yo presiento que esta navidad será más feliz que nunca.

4 buscadores apelaron:

Jorge Mux dijo...

Clap clap clap.
Me saco el sombrero.

Muy feliz navidad, Unser.

Aldana dijo...

Y pensar que me creí lo de observar pájaros! Era mero entrenamiento.¡Feliz 2010 para toda la familia, Unser!

gabrielaa. dijo...

a JANE Fonda, está buscando el quía!

unServidor dijo...

Gracias, muchas felicidades para t...
¡Ah, pero cómo? ¿YA PASARON LAS FIESTAS?
Otra oportunidad desperdiciada...