A mí no me interesan las partes del cuerpo de una bomba sexual. Las vedettes me resultan por completo indiferentes. Ahora, si hablamos de una mini - vedette, de una bombita sexual, ahí me pongo como loco.
Tan loco que, en lugar de partirla como un queso, quisiera estudiarle su anatomía.
Viaje a Cuzco
Hace 10 años
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