A mi que no me vengan con sicología, pedagogía y todas esas cosas raras.
Dejame con la chancletología, la castañazología y la patadaeneltujeslogía que vengo bárbaro.
¡A ver si alguno de mis hijos se va a atrever a levantarme la voz!
Antes que empiece a abrir los labios, del mamporro que le pego le hago la cabeza giratoria de tal modo que, en comparación, Linda Blair en El Exorcista va a parecer con tortícolis.
La ecuación es simple: respeto = miedo.
Porque el respeto no se gana.
Se conquista.
Viaje a Cuzco
Hace 10 años