¿de donde viene la mala fama de las suegras?

¡Calumnias!, ¡víles calumnias!
En mi caracter de suegra, puedo asegurarles que son todas habladurías.
No duden ni un instante que hay una campaña armada en nuestra contra.
Seguramente son ellos, los novios y novias del mundo, unidos como siempre, ignorando que detrás de cada suegra hay una madre.
Siempre están dispuestos a humillarnos, a difamarnos, a vanagloriarse de su falta de consideración hacia nosotras, a reducirnos a la nada, a un montón inmundo de malas intenciones.
A los maridos les digo: ¡traidores!. Nos apoyan, una, dos, tres décadas, pero en cuanto perciben que sus compañeras nos vamos transformando en suegras cambian de bando, se someten a la voluntad de sus hijos.
Pero los digo, señores esposos, sépanlo bien: ustedes son suegros. Sí, aunque piensen que eso los deshonra, lamentablemente no comprenden que los dignifica.
Así que estamos solas las suegras, peleando en cada frente como madres, preguntándonos el porqué, el ¿de dónde viene nuestra mala fama?.
Yo les digo, queridas compañeras, que en verdad nuestro problema no es la mala fama.
Lo que nos mata es la mala prensa.