frases para usar anticonceptivos

Los que creen en ello, pueden certificar que hay gente que cura de palabra las más diversas dolencias.
Es decir, dicen que hay quien te reza un par de cosas o te dicen algunas palabras clave y ¡zas! estás curado de la enfermedad que sea.
En forma análoga, hay palabras que embarazan.
En mi barrio, muchas adolescentes quedaron encintas de palabra, o al menos eso juran. Afirman que esas palabras deben ser pronunciadas por un hombre, jamás una mujer embaraza a otra.
Parece ser que la combinación de ciertas frases pronunciadas en determinados horarios, circunstancias, actividades y compañía termina en embarazo seguro.
Ninguna de las que tienen hijos de palabra se arriesgan a confesar cuales fueron los vocablos detonantes y mucho menos se juegan a transmitírselas a los hombres: si varios hombres conocieran las palabras e irresponsablemente las pronunciaran en público -por ejemplo en un colectivo, en un cine, en una peluquería o en un baño de mujeres- se desataría una avalancha incontrolable de embarazos masivos. Ni hablar de que alguien las pronuncie en televisión.
Un mínimo grupo de personas conoce el secreto, afortunadamente.
Lo que sí se encargan de difundir es el método para contrarrestar el efecto, las medidas profilácticas del caso.
Una chica que vive a la vuelta de mi casa asevera que la única manera de no quedar embarazada (nuevamente) cuando su novio le insiste con que "dale, dale, vení que te digo las palabritas, ahora que no nos ve nadie" es que lo haga expirando, mientras habla, el aire dentro de una pompa de chicle globo y que luego la meta por completo en su boca y la reviente sin que escape una sola vocal de sus labios.