jugar a la tabla ouija gratis y ahora es urgente

Me dijeron que jugar en el trabajo con la tabla ouija por internet era arriesgado y peligroso. Gratis, pero reitero: arriesgado y peligroso.
Eso de invocar a los espíritus, distrayéndolos con preguntas pelotudas ("¿dónde escondió mi hermana mi emepetrés?", "a ver, ¿qué tengo en el bolsillo?", "¿cuál es el teléfono fijo de Carolina?"), de joderlos, de despertarlos, no es un buen augurio según dicen.
En un momento, recordé que mi jefe llamó hace un rato para saber si había olvidado aquí su billetera. Como le dije que por acá no la veía, me comentó que cuando llegara a su casa, luego de su partido de tenis, la buscaría allí y si no haría la denuncia de extravío porque dentro estaban sus tarjetas de crédito y débito.
Sólo por divertirme, invoqué a un espíritu al azar ("que venga el que esté más cerca") y le hice una pregunta muy interesada: ¿dónde perdió mi jefe su tarjeta de débito?
La respuesta del espíritu no se hizo esperar: saliendo afuera, cruzando la calle, junto al cordón, al lado de un montoncito de hojas.
Cerré la página, salí, crucé, busqué y la encontré.
¡El espíritu me guió hacia la billetera de mi jefe!
Decidido a continuar intenté otra vez acceder a la página.
El mensaje de error dice: "servidor fuera de servicio, intente acceder nuevamente más tarde".
Necesito encontrar de inmediato otra página para jugar a la ouija.
Me urge consultar al espíritu antes que mi jefe haga la denuncia.
Espiritu de mierda, más vale que conozcas la clave del cajero.