-Te lo digo por última vez, Quique, en este chiquero no quiero vivir.
-¿Que tiene de malo, Rosita!
-Que es un asco, Roque, que camino por el comedor y de la mugre que tiene se me quedan las chancletas pegadas al piso.
-Y bueno, que querés si vos no baldeas...
-¡Y cómo querés que baldee si vos me dejás la ropa por el piso, la caja de pesca con carnada ahí arriba de la silla, todas las herramientas desparramadas y hasta los calzoncillos sucios, en vez de llevarlos a la canasta de la ropa para lavar, me los escondés debajo de la mesa.
-Ufa, che, bueno, al final me vas a arruinar la sorpresa.
-¿Qué sorpresa?
-Una que te tenía preparada. Es que cansado de tus continuos reproches compré un producto que vi en internet y que te va a dejar la casa limpita limpita.
-¿Y es fácil de usar?
-Huuuuu, facilísimo, se enciende y listo. Cuando llegue la encomienda, yo me voy a ir a pescar para que lo uses tranquila y sin interrupciones, ¿sabés?
-Ahhhhh, gracias, Quique, vos siempre pensando en mi y yo tan desconfiada. ¿Y cómo se llama ese producto?
-Si no recuerdo mal se llama Trotyl, o algo parecido.
Mea culpa: excepto por lo del trotyl y por lo exagerado, esta historia tienen unos ribetes autobiográficos que asustan.
Viaje a Cuzco
Hace 10 años
4 buscadores apelaron:
Autobiográficos??? Dejás los calzoncillos sucios abajo de la mesa, Bug???
Dije "con ribetes autobiográficos" y aclaré que había exageraciones.
Los calzoncillos los dejo bajo el ropero.
Noté una cosilla: de tanto nominar a los protagonistas como "Roque" o "Quique" se te mezclaron los dos en la misma historia! jajaja. Saludos :)
¡Es cierto!
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