como hacer unas memorias de un comedor

Bug, si vas a leer este post, no lo hagas. Detente ahí.








No sé cómo decírselo a The bug... La verdad, él es casi un amigo. Casi un buen tipo, casi una persona querible, casi decente...
Pero esto me partió el corazón.

Resulta que él está entusiasmado porque una editorial importante quiere hacer un libro con sus memorias en el comedor "Polenta con Pajaritos". Por eso, están entrevistando a todos los trabajadores, incluido su dueño, el señor The Bug. Él y su ayudante Joselo se han comprado traje y mocasines, y hasta pusieron un perchero en el comedor. ¡Están convencidos de que son ELLOS los protagonistas del relato!

Sé que The Bug esperó la entrevista con los escritores de la editorial, y se estudió el guión de unas aventuras que nunca ha tenido. Sé que Joselo practicó para no comerse las eses... Pero, entre nosotros, lo que en verdad quieren en esta editorial son las memorias del comedor. ¿Se entiende? Las memorias de esa fonda horrible, húmeda y llena de cucarachas donde estos pintorescos comedidos sirven vino agrio y polenta con grumos, NO las memorias de sus ocasionales ocupantes. De hecho, en el libro no van a hacer ni una mención a The Bug ni a sus empleados -en realidad sí van a mencionar algo que lleva su nombre: el informe negativo para bromatología y aportes patronales.

Y The Bug, pobre, anda por el mundo feliz, pensando que van a hacer un libro sobre su vida.
¿Me ayudan a decirle la verdad con tacto, sin herirlo?